Una salamandra es un anfibio y se caracteriza por su cuerpo delgado, nariz corta y larga cola. Las salamandras no tienen garras y la mayoría de las especies tienen cuatro dedos en las patas delanteras y cinco en sus patas traseras. Se extienden en longitud desde un poco más de una pulgada (2,5 centímetros) hasta cerca de 5 pies (152 centímetros). Sin embargo, la mayoría de las salamandras miden entre 4 y 8 pulgadas (10 y 20 centímetros) de largo.
La mayoría de las salamandras necesitan mantener su piel húmeda y por lo tanto deben estar alrededor del agua. Al igual que otros vertebrados, las salamandras pueden regenerar extremidades perdidas y otras partes del cuerpo. La lectura de estos consejos sobre los cuidados que necesitan las salamandras te ayudará a mantenerlas sanas y felices como mascotas.
- La vivienda. La nueva casa de tu salamandra debe imitar su hábitat en la naturaleza. Las salamandras prefieren un hábitat húmedo y con abundantes lugares para esconderse. Puedes poner a tu salamandra en un recipiente de plástico con una tapa hermética. Perfora algunos agujeros en el lado para la ventilación y coloca el contenedor en un área que no reciba luz solar directa. Cubre el suelo con trozos de corteza, tierra de maceta o musgo.
- Medio ambiente. Las salamandras están cómoda en temperaturas entre 55 a 65 grados Fahrenheit (12,7 a 18 grados Celsius).Asegúrate de que el tanque se mantiene fresco, especialmente durante el verano. Las salamandras deben estar húmedas, por lo que debes asegurarte de poner un plato de agua en la caja. El plato tendrá que limpiarse con frecuencia.
- Alimentación. Dado que las salamandras son nocturnas, lo mejor es darles de comer en la noche. Las salamandras son carnívoras y deben ser alimentadas con lombrices, babosas, cochinillas, etc.
- Manipulación. Manipula a tu salamandra lo menos posible. Su delicada y húmeda piel no puede tolerar demasiada manipulación. Lo mejor es disfrutar de ellas desde la distancia.
- Limpia la caja cada 2 a 3 meses con agua tibia y jabón suave. No utilices desinfectante de cloro para limpiarlo, ya que incluso los restos de cloro pueden dañar a tu salamandra.